Como Asamblea Feminista del Barrio Yungay queremos decir que la revuelta popular y la potencia histórica del 8 de marzo no se detiene en tiempos de pandemia. Dijimos que no íbamos a soltarnos más y aquí estamos en el territorio levantando redes de cuidado y apoyo mutuo entre vecinxs.
Como feministas sabemos que esta crisis sanitaria deja en evidencia la crisis de la precarización de nuestras vidas, de los cuidados y de las violencias que atraviesan nuestros cuerpos.
Es por eso que nos llamamos a sostenernos con fuerza y cariño para enfrentar los miedos, la incertidumbre y el desgaste que trae vivir cuarentenas sin condiciones de dignidad. Cuarentenas que intensifican el trabajo no remunerado ¡criar y cuidar también es trabajar! Cuarentenas que no garantizan condiciones mínimas de dignidad, sometiéndonos a la angustia de no saber si tendremos para pagar las cuentas, los exámenes, el arriendo, las deudas e incluso la comida. Cuarentenas que nos confinan en nuestros hogares cuando para muchas son espacios de violencia física y psicológica.
Pero no estamos solas. Por eso es importante que la distancia física no nos aisle, que sea una forma de cuidarnos entre todas sin soltarnos, sin dejar de estar presentes y en alerta contra todas las violencias a las que nos expone este momento.
Desde las redes sociales de la Asamblea Feminista del Barrio Yungay estaremos difundiendo información, contactos y estrategias para todas las vecinas, con las que aprendamos a enfrentar juntas y en el barrio esa otra epidemia, la patriarcal, que amenaza nuestras vidas y que nunca se ha detenido.
¡Vecina no calles, denuncia!